A veces se nos ciega tanto el corazón con las cosas superfluas, que perdemos de vista incluso lo que nos hizo nacer, crecer, amar. Perdemos ilusiones, sonrisas, sueños, personas, y con ello el tiempo, mucho tiempo. Y mientras lo dejamos escapar con la vista en todo aquello efímero olvidamos lo mejor que tuvimos, lo mejor; lo que nos hizo convertir cada segundo insignificante en una eternidad, en alo especial. Y al despertar de ese letargo, si es que despiertas, ya estás muy lejos de lo que amaste. Y entonces, solo entonces, cuando has perdido lo único que daba sentido a todo lo que hacías, quieres morirte porque el mundo ya no es nada, las cosas ya no te hablan, los minutos no terminan, solo ayudan a recordar lo que ya no está. Y entonces, solo entonces, te preguntas: ¿por qué mi vida es blanca y no roja? Y alguien responde desde arriba, desde donde se divisa todo lo que hacías "porque solo te preocupaste de manchar el lienzo y te olvidaste de lo más importante, PONER COLOR" Pero un artista te diría: un lienzo siempre se puede ,volver a pintar, párate y piensa, qué quieres reflejar qué quieres transmitir o expresar, y entonces empieza de nuevo, PORQUE NUNCA ES TARDE Y MENOS PARA AMAR.
"...la mejor obra de arte es la que cada uno hace de su propia vida"
Querida Orión que tu viste derramar tantas lágrimas mías. Orión siempre que te busco siempre me alumbras con tu luz. Orión siempre que quise me diste calor. Querida Orión tú que me acompañas en las noches frías y cálidas. Orión que no sabes del destino tú. Orión que te he contado todas mis tristezas y alegrías aunque fuese de día y no te veía. Orión que desde mi ventana intentaba verte. Orión que al amenecer te escondes para que solo te pueda ver yo. "Cinturón de Orión" que me abrazas desde la cintura. Orión que con tu escudo me protegías y con tu espada me defendías. Orión necesito estar a tu lado. Orión tan especial eres que desde la mitología griega creían en ti. Orión quiero llegar, tocar tu cinturón y volver a la Tierra para volver a verte desde mi balcón, desde mi ventana. Orión sabes que quiero volar a tu alrededor. Tú, Orión, que sabes cuanto imaginación hay que poner para ver tu cuerpo. Orión no me dejes, otra vez no. Orión puedo notar que cuando duermo mi...
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