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Mostrando entradas de abril, 2013

En la cuerda floja

A penas a pasado un mes pero la intensidad ha sido tan fuerte que casi quiero pasar página. Casi pero no. Me advertiste de donde me metía pero siempre me ha gustado arriesgar y mas si se trata de conquistar corazones. Una vez mas me cuesta. Me cuesta mucho; pongo ilusión, pero sobre todo pasión, y es tan dura la caída que parece que no me levantaré, parece que no continuaré. Y aquí sigo. Es tan costoso ganarse la confianza y en un segundo se puede perder de golpe. Y cuando vuelves a empezar parece que camines por una cuerda floja. El miedo y la inseguridad no te dejan disfrutar, solo intentas mantener el equilibrio, porque sabes que se te da otra oportunidad y esta vez no quieres defraudar. Pero el tiempo se hace eterno y la cuerda no se ensancha y no avanzas y tampoco eres capaz de mirar al frente con decisión por miedo a encontrarte unos ojos cerrados. Es difícil una cuerda pero mas difícil es encontrarse dividida andando por 10 distintas. Me equivoco muchas veces, pero no nazco con...

¿Qué prefieres tú?

La luz de un nuevo día nos duele pero al mismo tiempo nos encanta. Nuestros ojos no la soportan pero nuestro corazón la adora; como separados por dos partes de un mismo ser, uno va directamente a la luz, otro quiere esconderse bajo las sábanas en la siniestra y reconfortable oscuridad. Un lado sabe que la luz es buena, el otro lado simplemente lo niega. La luz atraviesa la persiana hasta llegar a tu cuerpo que reluce en cuanto te baña, y te despiertas lentamente mientras la luz parece que baila en su reflejo. Abres los ojos y te arropas hasta la coronilla pero no importa algo te dice que la oscuridad no se soporta y te precipitas a poner los pies en el frío suelo de tu habitación. Tener miedo de que empiece un nuevo día, un día que vives en la incertidumbre de no saber que ocurrirá, el misterio de la vida es lo que nos mantiene vivos, no saber que pasará, ¿que caminos están hechos y cuales estan sin pisar?¿Cuántas más lágrimas nos quedan por derramar?¿Cuánto miedo podemos llegar a ...

Formar parte de lo esencial

Por fin se abrió la puerta, no lo esperaba y tuve miedo a entrar. Me paralicé, no sabia que decir o hacer, y tus ojos mirándome. A veces esperamos algo durante mucho tiempo y cuando llega el momento el vértigo de alcanzarlo no nos deja disfrutarlo como nos gustaría. Allí, un mismo sol cegaba nuestras miradas. Las cosas iban a cambiar. Había mucho que nos unía. Volviendo a casa, el silencio del ambiente me hizo pensar. Las hojas de los árboles brillaban y pensé que nuestra vida es así. Una luz encendida que activa todo lo que toca, una brújula que encamina miradas perdidas, una melodía que despierta corazones que todavía no saben amar, una ilusión con la que nacen muchas sonrisas. Y una vez más volví a pensar como el principito "lo esencial es invisible a los ojos". Sí, lo sé. No todo es tan fácil, ni con este blanco. A veces se tinta gris o incluso negro y la pendiente se vuelve muy cuesta arriba. Pero ahí es donde me fortalezco y ahí, incluso ahí, puedo s...

Ya no sé si quiero que vuelvas

A veces vuelve ese sentimiento de nostalgia porque pensé que tu también volverías. Han pasado los meses y aun te sigo esperando. Todavía no entiendo porque te marchaste, nunca lo entendí y eso que pensaba que escuchaba incluso tus silencios. Pero esta vez no.   Esta vez fuiste una desconocida. Tapaste tu identidad y quemaste el pasado con todos sentimientos y recuerdos. Pero sobre todo las sonrisas. Las tuyas y las mías. Y yo te sigo esperando y no se por qué.  A veces el rencor envenena el amor y lo convierte en odio y la comprensión se limita a huir y el corazón no tiene nada que hacer.  Que incierto fue el deseo de pedir un lugar en la eternidad, pero mas incierto es decirte que aun te lo guardo.  Quisiste conocer el infinito y te perdiste en el vacío. Y de ahí solo puedes salir tu sola. No es imposible pero cada vez olvidas mas donde te encuentras y cuando perdemos la orientación vagamos p...

Ya... No se.

He visto miradas profundas, aunque creo que con la tuya me quedo corta.  Tu sonrisa invita a entrar, pero cuando llego a la puerta esta cerrada.  Y se que dentro hay una riqueza espectacular pero existe el miedo a mostrar algo y ya no saber o no poder controlar.  Y a la vez te miro y casi escucho el susurro que me pide que no me quede ahí, que lo intente disimuladamente.  Es difícil guardar tanto y poner el corazón, llegar a querer como tu lo haces.  Y aunque no lo muestres y pienses que nadie lo ve, se perfectamente que también hay sufrimiento.  Y me llena de pena que la misma persona se pierda su propia riqueza porque solo a través de los demás nos conocemos.  Si cerramos la puerta, nos encerramos con el egoísmo y ya no podemos volar alto, descubrir la autentica belleza que se esconde en un alma libre.  Si me dejas te ayudare a abrirla poco a poco, de tal manera que si no lo soportas vue...